En el mercado del peritaje no todo vale.
En mis clases en la universidad me preguntan frecuentemente cómo resolver la dicotomía que planteo en el título de este artículo, o lo que es lo mismo ¿tenemos que aceptar cualquier peritaje para poder ganar dinero?
La respuesta no es sencilla, considerando que la pregunta tampoco está bien planteada. Si nuestra principal finalidad es cobrar dinero a toda costa, evidentemente la respuesta es sí; debe aceptarse cualquier cosa, al margen de que sea en el ámbito pericial. De hecho podríamos ganar dinero de forma más rápida dedicándonos a otros menesteres.
Si, en cualquier caso, se opta por aceptarlo todo habrá que considerar que, con toda probabilidad, nos estaremos suicidando profesionalmente y nos estipularemos una fecha de caducidad. Estamos ante el perito mercenario, será conocido por todos pero nadie lo valorará profesionalmente. A posteriori, y sin entrar en las responsabilidades legales y disciplinarias, habrá que pensar en el papel que jugará en el acto de juicio.
Si, por el contrario, se actúa simplemente con sentido común, podremos obtener un reconocimiento profesional sólido a largo plazo. El método es sencillo, se cobra una provisión de fondos razonable para estudiar el caso con objetividad, informando a nuestro cliente de las posibilidades reales y de la viabilidad del informe. Esto conlleva que en ocasiones los informes no serán viables y no podremos seguir adelante (es decir, no cobraremos más). Así funciona.
Nuestros clientes quieren que les digamos lo que quieren oír pero, si lo analizamos, no le hacemos ningún favor. Es preferible orientarlos adecuadamente para que busquen alternativas reales cuando no podemos realizar un informe objetivo. Sin duda, seguro que su abogado sí lo agradece.
No hay comentarios:
Publicar un comentario